EL TIEMPO EN JAEN

viernes, 23 de noviembre de 2012

RENOVARSE O MORIR

La huelga, la segunda huelga general de la era del PP, es ya historia. Las centrales sindicales mayoritarias han quemado su último cartucho. Un paro general que al menos, y a priori, ha servido para que gobierno y organizaciones convocantes se pongan de acuerdo (por una vez y sin que sirva de precedente) en una cosa. No ha habido grandes incidentes. Salvo alguna excepción.

Y lo de la participación ¿qué tal? Bueno eso ya es harina de otro costal. Los sindicatos magnifican las cifras y el gobierno las minimiza. Los datos son fríos y hablan por sí solos. Mi amigo, el Tertuliano, que está en paro, se dejó ver por la ciudad, cual piquete informativo. Me cuenta que la asistencia a la manifestación en la capital fue multitudinaria. Hasta tal punto  me dice que “entre la masa humana encontró a colegas y compañeros que no veía desde que el Primero de Mayo dejó de ser el 1º del mes de las flores”. Gente que hacía años que no asistían a una manifestación y que decidieron salir a la calle el 14-N para participar en una huelga que como todas también es política.

Una convocatoria donde los cerrajeros no han tenido apenas trabajo. La silicona ha brillado por su ausencia. No están los tiempos para ir tirando, la fiesta se acabó, llegan los recortes y el IVA encarece los productos, me apunta el Tertuliano. De todo lo vivido en la intensa jornada, me quedo con el trabajo y la información de todos los compañeros que han dado muestras que el periodismo no está en crisis y que con sus crónicas han vuelto a demostrar la necesidad de contar lo que pasa en cada momento.

A diferencia de otras convocatorias similares en esta ocasión han cohabitado los derechos al trabajo y a la huelga y eso es signo de madurez.

Una jornada reivindicativa que no servirá para que los gobiernos cambien sus políticas. No lo hizo la del mes de marzo, ni la anterior, ni tampoco la primigenia.

No si al final, mi amigo el Tertuliano va a tener razón. Esta crisis no sólo fagocita gobiernos, de enquistarse, acabará con el modelo social incluido el  de los partidos. A lo mejor es el momento de cambiar las formas de protestar. Dicen que lo dijo Unamuno “el progreso es renovarse” o sea, “renovarse o morir”.

TODOS A LA CALLE

Todos a la calle. No, no se trata de despedir a nadie, que desgraciadamente en esta provincia se están batiendo todos los records  de paro habidos y… quien sabe, si por haber. Todos a la calle es la frase más escuchada en los últimos tiempos entre los representantes de las fuerzas vivas de la provincia. Políticos y sindicatos parece que en la calle tienen un punto de encuentro en el que dirimir sus diferencias. Sí, tras mucho tiempo parece que se han dado cuenta que la solución que no aparece en los despachos está en la calle.

Los sindicatos salen a la calle con una huelga general para protestar contra los recortes del gobierno central. Los partidos políticos (de izquierdas) también permanecerán en la calle para reclamar medidas que palíen la difícil situación de los trabajadores del campo y además, por qué no, para apoyar el paro general. Una huelga general del 14-N que, como toda huelga que se precie, no deja de tener un carácter político.

Hasta aquí todo se corresponde con el guión. Ahora bien,  lo que ya se sale de lo establecido es que el PP anuncie una “revolución social” y sus dirigentes se echen a la calle para reclamar que el proyecto de una Ciudad Sanitaria sea una realidad. Un proyecto, por otra parte, tan justo como necesario.

Como gesto, está bien siempre que no se convierta en un instrumento más de la confrontación entre administraciones de distinto signo político, algo de lo que deberían huir nuestros representantes. Por una vez deberían mirarse en el espejo de las elecciones de EEUU donde tras conocerse los resultados electorales, se acaba la confrontación y todos tiran del carro en la misma dirección.

Sería un buen paso para no quedarse como muchas familias, desahuciadas y en la calle. Y es que en la calle y con la calle es como se conocen los problemas reales de los ciudadanos. Lo demás es… no tener amparo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

PARO PERMANENTE

Esta provincia se desangra por los cuatro costados. La crisis se convierte aquí, en Jaén, en algo galopante. A las cuestiones exógenas se añaden las propias, las de aquí. Dicho de otra manera, lo que para otras provincias puede ser una gripe aquí es una neumonía que nos deja totalmente K.O. Estamos en la UCI y con respiración asistida y si alguien no lo remedia, pronto entraremos en coma.

115.000 parados, casi el 40% de los ciudadanos de esta provincia en edad de trabajar no lo puede hacer. Y no, no porque no quieran, más bien porque no encuentran un empleo. No hay ofertas, ni tan siquiera en el campo que por estas fechas demandaba mano de obra por doquier. Este invierno será más crudo, y no sólo por las bajas temperaturas que están por llegar, es que en muchos puntos de la provincia habrá personas que no puedan echar un jornal.

En una situación como ésta, casi desesperada, el Plan de Empleo de la Diputación es como el clavo ardiendo, el último recurso, al que muchos pueden agarrarse para echar apenas unos 12 jornales. Ya sé que no es la panacea, pero como dice el refrán “menos da una piedra”. Un plan que desde el PP se ve como discriminatorio y lesivo para los intereses de las localidades donde hay más desempleados. El argumento puede ser asumible aunque ello no suponga que se intente poner en entredicho. No, si se considera que más allá de los 12 jornales habrá familias que con esa cifra podrían acceder al subsidio agrario. Hay que tomarlo como algo paliativo en una situación de emergencia. El Plan de Empleo de la Diputación más que unir ha vuelto a dividir a nuestros políticos, que una vez más siguen sin ponerse de acuerdo. Hay muchas razones, 115.000 razones para buscar el consenso aunque en nuestros dirigentes esas 115.000 razones con cara, nombres y apellidos no pasen del papel que todo lo aguanta.

115.000 razones para dialogar, reunirse y volver a dialogar para encontrar una solución y que la provincia pueda despegar. Un gran acuerdo en el que sería necesaria, también, la implicación de unos sindicatos que están pendientes de la huelga general. Claro que si nos descuidamos mucho, nuestra provincia puede entrar en paro permanente.

lunes, 5 de noviembre de 2012

NI CONTIGO, NI SIN TI

“Ni contigo, ni sin ti tienen mis males remedio”. Así, como cantaban Juan Pardo y Emilio José, puede definirse la situación en el PSOE. Tras el batacazo electoral en Galicia y algo menor, pero derrota también, en el País Vasco, la dirección federal pende de un hilo. Y ese hilo, no pasa precisamente por Cataluña donde la derrota es algo que se barrunta más allá de las encuestas. La puntada que le queda a Rubalcaba es un PSOE andaluz que gobierna con el apoyo de IU, pero que conviene recordar, tampoco ganó las elecciones y que ahora parece perderse en un federalismo solidario apartándose cada vez más de la sociedad y de su suelo electoral.

Y en este nuevo escenario interno ¿dónde se sitúa el PSOE de Jaén? Pues miren ustedes, de momento no hay una definición clara. Eso sí, su secretario general y presidente de la Diputación, Francisco Reyes, parece haber dado el paso al frente y querer tomar la iniciativa política. Asegurar públicamente que en el sector del aceite hay que “acabar con los especuladores”, instar a la Ministra de Empleo a reunirse para abordar los problemas del mercado laboral de la provincia (a lo que Fátima Báñez ha respondido de forma rápida) incrementar la partida destinada al empleo por parte del organismo provincial, son algunas de sus propuestas.

Esa reunión entre Diputación y gobierno central para abordar los problemas de la gente  es lo que los ciudadanos  esperan. Que se pongan de acuerdo, que las administraciones solucionen los problemas y dialoguen es fundamental para poder salir de una situación que se presenta dramática en nuestra provincia. Echar un jornal y ganar un salario está cada vez más complicado, por no decir imposible. Este año ni siquiera la campaña de aceituna será la válvula de escape para miles de hogares. Y todo eso sin contar con los funcionarios y empleados públicos que se quedan sin paga de Navidad.

Esperemos que cunda el ejemplo de Reyes y Báñez. Menos confrontación y más acuerdo es algo de lo que, lamentablemente, seguimos huérfanos. De continuar por la senda del enfrentamiento la rosa se tornará amapola, que  como también cantó Emilio José “está sola en el trigal”.