SOBRECOGEDOR

De repente y totalmente desprevenidos así nos ha cogido el asunto de los presuntos pagos en “B” a miembros del PP. Según parece los sobres iban  y venían, pero ahora resulta que no eran de nadie. ¿De quién es el sobre? Los destinatarios no están identificados o al menos siguen en un anonimato que sólo las auditorías internas y externas encargadas por la dirección nacional del PP podrían sacar a la luz. Sí, luz y taquígrafos en un asunto delicado y que pone en entredicho a todas esas personas que de forma honrada y honesta se dedican al noble arte de la política. El Presidente del PP en Jaén  lo decía el otro día de forma clara y contundente “si hay manzanas podridas, sáquense del cesto”. No le falta razón y como aseguran destacados dirigentes populares el tema es tan serio que merece llegar hasta las últimas consecuencias.

Y aunque el asunto del ex tesorero del PP ha dado cuerda al principal partido de la oposición, lo cierto es que tampoco están en el PSOE muy sobrados como para decirle al contrario lo que tienen que hacer. En el PSOE tenemos en la memoria temas, el de los ERES en Andalucía,  en los que la contemporización fue la mejor de las consejeras cuando, precisamente, mirar para otro lado no es la mejor de las soluciones posibles.

La cosa, que diría mi amigo el Tertuliano, está muy “fastidiá”. La situación no aguanta. Aquello del “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago” ya no cuela; ya no vale. Los ciudadanos están ahítos de ver como las clases y doctrina de moralina se la deben aplicar otros. ¿A grandes males, grandes remedios? Puede, pero la decisión y la responsabilidad de buscar soluciones están en su mano y no se puede demorar por más tiempo. ¿Crear una comisión de investigación? Podría valer. Eso sí, siempre que exista la voluntad política de llegar hasta el final y que las conclusiones sean totalmente cristalinas y asumidas por todos.

Los partidos políticos están en la encrucijada, el mensaje de la calle es cada vez más fuerte e intenso. Un clamor al que no se le puede poner sordina. El resultado podría ser… sobrecogedor.

LA VIDA ES ASÍ

La provincia de Jaén está más cerca de la alta velocidad. No, lamentablemente no se han puesto más traviesas, ni siquiera se ha rehabilitado aquella que hace más de una década se puso cerca de Vadollano. No tenemos ni trazado de alta velocidad, seguimos a años luz de que por aquí pase ese pájaro denominado AVE, pero tenemos el billete. Un billete que nos lleva desde Linares a Girona en algo más de 7 horas y 30 minutos. ¿Cómo?... ¡Pues haciendo trasbordo en Madrid o Barcelona!

Vamos, que  me monto en el tren en Linares, a lo sumo un TALGO antes que lo quiten, me bajo en Madrid y ahora sí disfruto de todas las comodidades que ofrece la última generación ferroviaria.

¿Definitivamente la alta velocidad se ha desterrado de esta provincia? Mi amigo el Tertuliano está convencido que sí, que será más fácil que vuelva a circular el tranvía de Jaén antes que se puedan ejecutar nuevos trabajos de la línea de velocidad alta.

Claro que conforme están las cosas en Cataluña, no sería de extrañar que el tranvía hubiera entrado definitivamente en vía muerta y FGC desistiera del intento de explotación. ¡Con los ríos de tinta que han corrido! Y sobre todo con la cantidad de dinero invertido. ¿Las responsabilidades?... ¡A mí que me registren! – que diría mi Tertuliano-

Problemas sin resolver, como el de la crisis que vive el campo. Todos, absolutamente todos los agentes económicos y sociales coinciden en la necesidad de adoptar medidas. Sí, la coincidencia en exigir soluciones es real, ahora otra cosa es que se lleven a la práctica. ¿Ponerse de acuerdo es verdaderamente tan difícil? ¿Qué es lo que está fallando? ¿Falta voluntad política?

La respuesta la encontramos quizás en las protestas de esta misma semana. El PSOE se vuelve reivindicativo ante el gobierno central y el PP ante la Junta de Andalucía. Si ambos piden lo mismo ¿por qué no negocian hasta la saciedad? ¿Acaso la situación de miles de familias en la provincia no merece ese esfuerzo?

La provincia carece de un director de orquesta. Cada uno tocamos por nuestro lado y así es complicado. Ahora que el conservatorio de música podrá instalarse en el edificio del Banco de España a lo mejor es posible afinar, o no. En fin, la vida es así.-

DESCARRIADOS

Ha llegado el 2013 y por el momento lo único que hemos cambiado ha sido la hoja del almanaque. Por lo demás todo sigue igual. Parece que fue ayer cuando estábamos comiéndonos el turrón, del blando que la dentadura se resiente por aquello de la edad, y ya estamos metidos otra vez en faena.  Hemos guardado el árbol, las zambombas y demás enseres navideños y las luces dan paso de nuevo a una dura realidad.

Uno se plantea si verdaderamente esta provincia importa y existe para aquellos que tienen que tomar decisiones. A veces parece que eso no fuera así. Aunque no se cansan de pregonar a los cuatro vientos que trabajan por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos hay detalles que al menos generan un sentimiento contradictorio. Aquí o es blanco o negro. No existe el gris, ni las medias tintas. Mientras unos piden al gobierno que reduzca las peonadas para acceder al subsidio agrario, otros solicitan lo mismo pero al gobierno del signo contrario. Eso por no hablar de los proyectos que siguen languideciendo en el tiempo.

Mientras observamos como se estrenan  nuevos trenes AVE aquí seguimos esperando la llegada de la alta velocidad, en materia ferroviaria estamos “descarrilados”. Se abren tramos de carreteras en otras partes del país y aquí continuamos  con algunas vías que son poco menos que tercermundistas y donde conducir en noches cerradas es casi una temeridad… Por no seguir hablando de  los innumerables proyectos que están concluidos, inaugurados y sin función aparente. Proyectos que en la coyuntura actual tardarán años en realizarse debido a la ausencia de inversión pública.

Ante el nuevo año todos hacemos planes con el ánimo de mejorar. Algo que deberían hacer quienes tienen la responsabilidad de sacarnos de esta situación. Por el momento parece que continúan en su estrategia. La confrontación y la culpa la tiene el otro o el tan recurrido “yo no estaba aquí” no se caen del orden del día. El consenso brilla por su ausencia. No es extraño que en las últimas encuestas del CIS, los políticos estén cada vez menos valorados.

Deberán poner de su parte para que esta provincia ya “descarrilada” no acabe… descarriada.