EL TIEMPO EN JAEN

miércoles, 5 de junio de 2013

EL CONTEXTO

La última edición de Expoliva nos ha dejado exhaustos y henchidos de satisfacción. Se han superado registros hasta ahora desconocidos, y no sólo en el número de visitantes o que ha sido la feria más internacional de las ediciones celebradas hasta la fecha. Este año ha contado con un hecho diferencial: el aceite ha tenido el protagonismo que nunca antes había logrado. Ése es quizá el gran éxito de un evento que hay que cuidar como oro en paño. Nuestro sector olivarero ha sabido sobreponerse a las inquietudes que dejan una reforma de la Política Agraria Común, a la vuelta de la esquina, y unos precios por debajo del umbral de rentabilidad, y no ha faltado a la cita.

Expoliva se ha consagrado como un gran escaparate en el que, tal y como ha reclamado el propio sector, el aceite de oliva debe tener el peso que le corresponde a través del mercado. Es aquí donde está el valor añadido. Es el mejor escaparate que puede tener el bastión de nuestro tejido productivo. Un sector que es muy sensible a cualquier comentario por lo que en este escenario hay que ser prudente con lo que se dice y como se dice para evitar que se desvirtúen los mensajes.

El ministro de Agricultura dejó caer que en la reforma de la PAC habría un régimen de ayudas de tarifa plana, lo que fue contestado de inmediato por todas las organizaciones agrarias, sin excepción. Tal fue el revuelo que Arias Cañete tuvo que rectificar desde Bruselas desmintiendo que el gobierno estuviera por esa fórmula de reparto.

Está bien eso de rectificar. No es habitual que un político lo haga, o al menos por aquí no estamos acostumbrados. Siempre hay una excusa y un “chivo expiatorio” a quien apuntar con el dedo. No, no es la primera vez, ni la última, en la que algún dirigente “saca los pies del plato” y luego con decir que se sacaron sus palabras de contexto o se tergiversaron sus palabras, asunto arreglado.

No debería ser tan difícil decir eso de “lo siento, me he equivocado”. Si hasta Su Majestad El Rey lo dijo, y no pasó nada. El contexto es el que es y no se puede cambiar. Eso es lo importante.