EL TIEMPO EN JAEN

lunes, 13 de junio de 2011

ATENCIÓN A LA PHR


No. No se trata de un nuevo virus, ni tan siquiera de una bacteria maligna, aunque podría serlo; incluso más letal que ésa de los pepinos y de la que oiremos hablar a lo largo de los próximos cuatro años. Sí, desde hoy mismo será el tema de conversación y el cruce continuo de reproches entre gobernantes y opositores en la inmensa mayoría de los ayuntamientos. Contra la PHR no hay antídoto que valga. Sólo es conveniente aplicar tratamientos paliativos para que, como ocurre con las personas, el enfermo no sufra ni sienta dolor.

La PHR -como dijo alguien- la Peor Herencia Recibida, de la que nos sentiremos ahítos de tanto oír hablar de ella, será la protagonista de la política municipal. Lo comento en este punto y hora al hilo de la constitución de las nuevas corporaciones que encontrarán en la PHR una excusa perfecta para dejarse llevar y responsabilizar al contrario de sus errores en la gestión.

Si de algo carece nuestra clase política es de autocrítica. Aquí todo vale: “El responsable es el otro” y el tan manido “y tú más” figuran en el orden del día de las comparecencias. Nadie asume responsabilidades. Encontrar a alguien que verdaderamente se haga responsable de sus decisiones es como buscar una aguja en un pajar, menos cuando se trata de atribuirse el mérito de la acción ¡Faltaría más!

Nace una nueva era municipal que debería servir para cambiar algunas claves en la gestión política. Quizás sería bueno, bueno para todos, que nuestros dirigentes no se atribuyeran tanto el “hemos hecho”, “hemos creado” y utilizaran más a menudo eso tan real como irrefutable que es afirmar que  “con el dinero de los contribuyentes se ha podido realizar ésta o aquella inversión”. Sería una buena fórmula para desterrar aquella afirmación que hizo alguna Ministra: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”.

Nace una nueva era en la que confiamos que la PHR no se convierta en esa bacteria asesina que devore las ya de por sí depauperadas arcas municipales. Unas debilitadas arcas municipales de las que todos, todos, son responsables.

¿Una auditoria? Como medida de emergencia puede valer. Otra cosa es que las medidas que se apliquen para corregir la situación sirvan para acabar con la PHR porque ésta, como los virus, también muta y puede hacerse inmune.

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