EL TIEMPO EN JAEN

domingo, 20 de febrero de 2011

¡ADIÓS SANTANA, ADIÓS!

TRABAJADORES DE SANTANA

Los compañeros del metal, los de la metalúrgica Santana pasan a mejor vida. Nunca creíamos que el santo y seña de la industria en la provincia iba a acabar así. Santana no se merece este final. Después de más de medio siglo de vida, en los que ha dado vida y riqueza a una ciudad y a una provincia, no merece acabar desmembrada y apartándose de la esencia para la que fue creada (la fabricación de automóviles). Como alguien ha escrito ya por ahí, por esos foros de Internet, un alcalde del antiguo régimen la trajo hasta Linares, y un gobierno socialista la ha dejado languidecer. La respiración asistida no ha sido suficiente y después de años inyectando dinero público ahora el enfermo, que estaba en la UCI, no ha aguantado más.

Y es que Santana ha sido mucho para la cultura industrial y la lucha obrera de la provincia y de Andalucía. Santana y sus trabajadores han dado ejemplo de lucha sindical y de defender lo suyo. Sus trabajadores, sí esos de la chaquetilla azul, pasarán a la historia por importantes episodios. Primero por fabricar maquinaria agrícola, seguidamente las cajas de cambio para Citroen Hispania, luego llegaría el Land Rover, a continuación los Suzuki y por último los Massif. Sí toda una vida ligada al mundo de la automoción que por mor de la crisis se derrumba. Y todo a pesar de la diversificación.

Pero Santana es mucho más que haber fabricado miles de vehículos al año en tres turnos de trabajo, mañana, tarde y noche. Fue escenario de una gran huelga por un convenio propio allá por los años 70 y a mediados de los 90 de grandes movilizaciones cuando los japoneses decidieron marcharse. Desde entonces la Junta de Andalucía, propietaria de la compañía, ha buscado una diversificación que no ha acabado de cuajar e in extremis ha alcanzado un acuerdo para prejubilar a casi 800 trabajadores con un nuevo ERE y la consolidación de 200 empleos. ERE ¡Qué ERE!  No es mala cosa con la que está cayendo con el tema de las prejubilaciones en Andalucía.
Si miramos el horizonte podemos observar que nuestro tejido productivo, ya de por sí debilitado, se queda ahora más huérfano que nunca.
Para el recuerdo quedará el toque de las sirenas indicando los cambios de turno, el acudir a ver cómo salen en tropel los de la chaquetilla azul, las demostraciones de los todo terreno en los circuitos preparados al efecto. Quedan para esos que nos hemos sentido santaneros, hijos de santaneros, mujeres de santaneros, y que siguen mirando al frente. Por todos esos ¡Adiós, Santana, adiós!

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