EL TIEMPO EN JAEN

domingo, 25 de marzo de 2012

BOTELLONES A PARES

A pares. Así organizan ahora nuestros jóvenes sus “quedadas”. Que si en  una ciudad convocan un macro botellón; aquí, en este bendito Jaén, no uno, sino dos. Hay que recibir a la primavera por todo lo alto. La estación de las flores merece beberse todo el néctar de un único trago. ¡A esto parece que no hay quien nos gane! La juerga y el cachondeo están a la orden del día.

No. No es que tenga nada en contra de que la gente joven se divierta, pero de ahí a juntarse varios miles de personas para poco más que beber y beber, pues eso…

Entre tanta aglomeración, siempre ahí alguien que saca los pies del plato y una muchedumbre es menos controlable. Es más fácil bordear la legalidad en lo que al consumo de alcohol se refiere. No hablo ya de los mayores de edad, pero en estos lugares son muchos los menores que se camuflan entre el gentío y aprovechan el anonimato de la aglomeración humana para burlar la vigilancia de la autoridad. Tampoco es cuestión de generalizar pues, afortunadamente, quienes sacan los pies del tiesto, son los menos.

El jueves pasado un macro botellón y el próximo jueves, por si no queríamos caldo, la segunda taza. El Ayuntamiento de la capital se ha desmarcado negando cualquier relación con la organización que se ha “autoconvocado” a través de las redes sociales; sin embargo ha preparado un amplio dispositivo de seguridad. Y esta es la segunda parte… ¿Cuánto nos costará a ustedes y a mí, a los contribuyentes, sendos saraos juveniles? El Ayuntamiento se ha comprometido a hacerlo público. Porque ¿qué pasaría si no se montara ese dispositivo?

Gastos en Policía Local, bomberos, servicio de limpieza… A ésos  habrá que sumar otros costes como los sanitarios y en los que conviene reparar. La experiencia vivida en años anteriores nos deja que no fueron pocas las atenciones por intoxicaciones etílicas.

¿Qué hacer con este fenómeno social? ¿Prohibirlo? No soy partidario de las restricciones. En la mayoría de las ocasiones por ese camino sólo conseguimos un efecto no deseado. Lo mejor es la concienciación que, por otra parte, no resulta fácil. Sobre todo para una sociedad que se ha criado y vive en una cultura donde el alcohol está presente.

¿Quién le pone el cascabel al gato? – digo al fenómeno del botellón-. Difícil decisión. 

domingo, 18 de marzo de 2012

LARGA CAMBIADA

 Fin de semana de campaña. Ninguna es igual a la anterior. De eso, les aseguro, puedo dar fe. Ya he vivido unas cuantas y les puedo contar que cualquier parecido con la realidad, como en las películas de ficción, es pura coincidencia. Y eso que los protagonistas son veteranos en estas lides. Como dice mi amigo el Tertuliano: “Algunos llevan ya unas pocas ferias”.

Esta campaña tiene su sal y su pimienta. Tiene el morbo de saber si definitivamente un PSOE ajado y dividido es capaz de dar la vuelta a las encuestas. La última oficial, la del CIS, dice que no, que el PP estaría rozando la mayoría absoluta con la punta de los dedos. En Jaén el PSOE perdería por vez primera en unas autonómicas. La provincia en la que el PSOE ha tenido un mayor apoyo parece desfondarse. El suelo electoral socialista se rinde al avance de la marea popular. A esto ayudan y de forma considerable los escándalos como los ERES e INVERCARIA que también han tenido a la provincia en el ojo del huracán.

Elecciones en cuaresma, el PSOE en esos escabrosos asuntos tiene su particular cruz, con la que deberá recorrer la provincia explicando sus propuestas. ¿En el pecado le irá la penitencia? ...

…Y si esto fuera poco, la sombra de las ayudas a empresas en crisis, amenaza con perseguirles en forma de chaquetilla azul durante los próximos días. Los conflictos laborales cerrados en falso, como el de Santana, afloran. Todos saben lo que se juegan. Los ex trabajadores de la empresa automovilística que se cerró, sin que nadie alzara la voz, creen estar ante una de sus últimas oportunidades para que se cumpla lo firmado. Ahora o nunca. Tras el 25 de marzo todo puede quedar en agua de borrajas.

El PP está a punto de cuajar la faena. Una faena que puede ser redonda en caso de confirmarse las encuestas y que parece imposible de frenar a pesar de la reforma laboral y otras decisiones que han encontrado la contestación en la calle. De lograr la mayoría absoluta obtendría el poder absoluto. Un poder tan omnímodo al que sólo se le puede hacer frente con una larga cambiada. ¿Estarán a tiempo?

viernes, 9 de marzo de 2012

SOPA DE LETRAS

Menudo cacao tenemos. La situación está cada vez más complicada. A medida que pasan los días parece difícil que la “cosa” pueda ir a peor, pero de forma inexorable, se cumple la Ley de Murphy. En menudo laberinto estamos metidos, o dicho de mejor manera, en menudo lío nos han metido.

Superado el caos de la prima del riesgo que parece que se estabiliza, el IBEX 35 no acaba de tirar y mientras el Euribor no sube, al menos de momento. Pero a nosotros, a los ciudadanos de a pie, nos suben el recibo de la luz, el del agua, el combustible, el transporte,  el IVA, y por si fuera poco, el IRPF. Con el sueldo ya no llegas para hacer frente a la letra del piso. Quieres pedir explicaciones. Y  allá que vas, muy dispuesto, directamente a la ventanilla bancaria en la que antes había una cola de tres pares de narices y ahora si quieres ver al director, no precisas de la cita previa. Después de muchas explicaciones, no sirve de nada. Al final el banco siempre tiene razón. Te marchas por el mismo camino que llegaste, con las mismas dudas de siempre. Sales de allí “jurando en arameo”, confiando en que lo de las buenas prácticas no se quede en una mera declaración de intenciones, y la dación pueda saldar la deuda.

Las letras como los problemas crecen. Ya no caben en mi cabeza. Mi cerebro es una pura integral. Las matemáticas, las domésticas tampoco cuadran. Menos ingresos y cada vez más gastos. En la cola del “súper” oía como una mujer comentaba que no es que gaste en más cosas, sino que consumiendo lo mismo, el sueldo se le escapa de las manos. Entre tanta letra suelta, es difícil encontrar la solución a una sopa que tomamos, no ya con cuchara sino con cucharón, aún a riesgo de atragantarnos.

Lo malo es que nadie tiene la barita mágica. Los meses corren y las letras se agolpan. Llegan una tras otra, el gas, la luz, el teléfono… Tantas, tantas letras que le daríamos varias vueltas al alfabeto a no ser que por el camino soltemos el lastre de aquellas que nos son prescindibles. Pero ¿qué es prescindible? ¿La luz, el agua, el gas, el teléfono...? En el siglo XXI resultaría complicado subsistir, por no decir imposible.
Lo comentaron el otro día en el “súper” esta sopa de letras es indigesta o está trucada. Por el momento no tiene solución. En fin, la vida misma.