EL TIEMPO EN JAEN

miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL PUENTE

De puente. Así se encuentra la mayoría de la población durante esta semana a caballo entre la Constitución y la Inmaculada. Y claro, cuando uno está ocioso, ya se sabe,  a la mente le da por pensar y pensar. Ya lo decía mi querido tertuliano: “Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo” Pues eso. Bullen las ideas en nuestro cerebro y… ¡Albricias! La primera conclusión es que en tiempos de crisis, lo mejor es no hacer puente, hay que producir más ¡Qué costoso es estar ociosos tantos días! Hay que recortar. Y ya que han recortado el sueldo a los funcionarios, la sanidad, la educación y no sé cuántas cosas más; pues eso,  que lo único que queda por cortar son los días de asueto. Para que vamos a esperar más. Si el puente hay que cruzarlo, no le demos más vueltas… Luego puede resultar peligroso. Crucémoslo cuanto antes no vaya a ser que luego nos ahoguemos y no, precisamente de votos. Lo que no me queda a mí muy claro es como siempre lo cruzan por la orilla más débil. ¿Por qué los recortes siempre los sufren los mismos?

Este puente nos lleva directamente a las fiestas de Navidad. Una Navidad, la época de compras por excelencia, marcada también por la crisis y los recortes. Tanto es así que no es de extrañar que algún Ayuntamiento, que por no tener, no tiene ni telarañas en sus arcas; busque patrocinadores para la cabalgata de Reyes y haya reducido a la mínima expresión el alumbrado extraordinario. Recortes y más recortes consecuencia de haber disparado con
Pólvora de rey que volveremos a sufrir los ciudadanos.

Puentes hay muchos. Unos pocos necesitarán en el PSOE para atravesar el desierto que se presenta en forma de elecciones autonómicas en marzo. Siguen ahí, con la duda razonable de por dónde pueden llegar a ese oasis que apacigüe los ánimos de la tropa. Ánimos, por cierto muy decaídos tras los últimos sondeos, y a cuya recuperación no contribuyen algunas voces que ahora se alzan contra el aparato cuando antes, en otro tiempo, resultaron favorecidos por las decisiones de la cúpula y fueron aupados hacia los puestos de responsabilidad en la administración. A veces cruzar el puente no es una fácil decisión. Una vez que estás en la otra orilla, es como un viaje sin retorno. Intentar volver al tiempo anterior puede resultar peligroso, tanto como considerar que el amplio respaldo ciudadano es como un cheque en blanco. Un camino a la fama, un puente al éxito que puede convertirse en una caída sin red.


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