EL TIEMPO EN JAEN

martes, 29 de noviembre de 2011

CLAMOR POPULAR

 Dice nuestro rico y extenso refranero aquello de “Con el tiempo, hasta las maduras caen”. Pues dicho y hecho. Tras el 20-N, la sombra de las alas de la gaviota se ha hecho tan grande que abarca a toda la provincia de Jaén. ¿Quién lo iba a decir? Hasta el tradicional feudo socialista ha sido incapaz de resistir la oleada “pepera”. Pero la cosa era tan evidente que sólo los más acérrimos confiaban en resistir el embate de las alas de la gaviota que vuela tan alto y tan rápido que el poder omnímodo está a la vuelta de la esquina. Ni tan siquiera el uso del azul en lugar de su tradicional rojo en el PSOE ha servido para crear la confusión entre un electorado que se ha pronunciado casi con una sola voz. El varapalo ha sido tal que ha llegado a estremecer los cimientos de una sólida organización con más de 100 años de historia.

El clamor ha sido tal a favor de unos y en contra de otros que merece una serena y profunda reflexión. Lo comenté aquí mismo la pasada semana, el día de reflexión comenzaba a partir del 21 de noviembre, justo el día después del hundimiento o del gran castañazo. Elijan ustedes el título de la película que prefieran.

Un ave de costa que  ha llegado al interior, y no precisamente para migrar, ha venido para quedarse; si quienes pueden evitarlo, siguen mirando de puertas adentro y obvian la realidad. El mensaje de los ciudadanos ha sido tan claro y tan evidente que deben reaccionar. Adoptar medidas se hace necesario y prioritario. Así me lo comentaba algún que otro dirigente socialista esta semana. Y es que visto, lo visto; mirar para otro lado y hacer como que no pasa nada sería una estrategia equivocada, aunque algunos parezcan empecinados en alargar una situación interna que los propios resultados electorales la hacen insostenible. Eso no es más que una puesta en escena que tiene sus días contados. ¿Crisis de identidad y de credibilidad? En el clamor popular puede  estar la respuesta.

Un debate de ideas es lo que se reclama desde las bases del PSOE para evitar lo que hoy por hoy parece inevitable, otra derrota electoral en las autonómicas de marzo, si se tienen en cuenta los resultados de las elecciones del domingo pasado. Como la Ley de Murphy “todo es susceptible de empeorar”. Si el PSOE no toma medidas la sangría de votos y la fuga de votantes puede convertirse en un pozo sin fondo. El bálsamo… ¿escuchar el clamor popular?

viernes, 11 de noviembre de 2011

CAMPAÑA SOBRE CAMPAÑA

Bueno pues ya estamos en campaña. Eso es lo primero que he oído en el pasillo de casa esta mañana. ¡Hay que ver cómo son! ¡Nuestros políticos son tan cumplidores, que en esto de las campañas, no se saltan ni una! –me ha dicho el tertuliano-. Acuden absolutamente a todas las convocatorias. Eso sí, unos con más bagajes que otros. Unos en la mochila llevan el peso de la responsabilidad y de las decisiones más o menos equivocadas. Otros, van ligeros de equipaje.

Ya estamos en campaña. Una campaña electoral que no es para nada distinta a las anteriores, aunque el partido tenga un resultado conocido de antemano, a juzgar de lo que dicen los sondeos de opinión.

El ritual sigue siendo el mismo. Programa tras programa, día tras día las propuestas son muy similares a las que nos ofertaron tiempo atrás. Todo se parece tanto a otras campañas que hasta los candidatos de las principales formaciones políticas son los mismos. No cambiar a los candidatos en los puestos de salida,  es el primer mandamiento de cualquier campaña que se precie y es que modificar el cartel electoral supone un coste inasumible en tiempos de crisis. Si queremos encontrar una novedad tendremos que buscar en los partidos minoritarios, en esos que las pasan canutas y a quienes obtener un puñado de votos les cuesta sudar lo suyo. Y no lo digo por lo de la pegada de carteles que esa ceremonia ha pasado ya a mejor vida. Ahora, lo que se lleva es pasar al mitin directamente, que para eso estamos en crisis y hay que ahorrar.

Una campaña electoral en la que los temas girarán sobre la educación, la sanidad, la dependencia, los recortes sociales y el empleo. Sobre todo el empleo. Eso es lo que necesitan noventa mil personas en nuestra provincia según la EPA. Este debería ser el tema central del debate y no convertirse en un actor secundario.

La campaña electoral ya está en marcha. Por delante quince días hasta que nos acerquemos a las urnas. Los partidos explicarán sus propuestas y sus programas y arremeterán contra el adversario político (pongan ustedes el orden que consideren). Quien gane tendrá la responsabilidad de aplicar lo prometido y que el programa, programa, programa no quede en papel mojado. Campaña tras campaña el programa se ha atragantado. Por si acaso renuncio al yogurt griego.

DOS MÁS DOS SON CUATRO

Acaba la feria y octubre nos deja la resaca de tanta celebración. Con telarañas en los bolsillos así nos encontramos. Estamos a fin de mes y los gastos han superado con mucho los ingresos, el mes lo cerramos con déficit. Tanto déficit que a uno le dan ganas de cerrar el quiosco. La cosa no da para más. De tanto estirar el chicle… se rompió.

La cosa no estaba para alegrías y hemos agotado las pocas que nos quedaban en la recámara. Ahora vuelta a la rutina. La crisis, el paro, la campaña electoral, los presupuestos de la Junta de Andalucía. Temas que nos hacen recuperar los biorritmos para que nos demos cuenta que poco o nada ha cambiado. Hemos vivido unos días por encima de nuestras posibilidades en nuestra realidad virtual. Sí en esa burbuja de cristal que nos ha dado algo de oxígeno que rápidamente se ha contaminado como las hipotecas o como los bonos ésos de los que nos hablan los expertos en macroeconomía. Siempre creí que dos más dos eran cuatro.

Y por si fuera poco, llegan los presupuestos de Andalucía que para unos son austeros y buenos porque mantienen las políticas sociales y para otros sólo servirán para hundirnos en la crisis (si es que no lo estamos ya). Cada uno lo interpreta como le conviene. El papel todo lo aguanta. Las cifras de paro siguen ahí. La situación continúa agravándose y parece no tocar fondo. Las diferencias se acrecientan, lo mismo que en las encuestas. Entre el PP y el PSOE la diferencia se antoja abismal con vistas a las próximas elecciones. Todos hablan de una debacle socialista a cuya reparación no contribuye la situación interna que se vive por estos lares. La dirección provincial y agrupación municipal siguen distantes. No se miran ni de soslayo, como ya se evidenció durante la feria. Cada uno por su lado. Igual que los novios cuando se pelean. ¿Se devolverán los regalos?

El momento de la reconciliación parece aún lejano. Aunque el 20-N se aproxima a gran velocidad y nadie podrá impedirlo. ¿Alguien podrá impedir lo que vendrá a partir del 21-N?


El sentir de la calle parece que está claro. Tan claro, tan claro, que dos más dos son cuatro.