EL TIEMPO EN JAEN

martes, 23 de octubre de 2012

ESPECIE PROTEGIDA

Uno siempre ha creído que para lograr una medalla de oro o de plata tenía que participar en cualquier tipo de competición. Vamos que teníamos que ser unos deportistas de élite, sobre todo fuera de nuestras fronteras. Estaba equivocado. Ahora podemos lograrlo aquí mismo. Sin salir de la provincia y en pleno corazón del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. La crisis ha podido más que todo principio de conservación medioambiental. La Junta de Andalucía ha entonado aquello de “No tengo dinero, oh, oh, oh” y ha procedido a levantar la veda de los ciervos de la zona cinegética de uno de los espacios protegidos más grandes de Europa.  No hay dinero ni para comprar el pienso necesario para alimentar a los animales que por allí campan en semilibertad. Tristemente la pertinaz sequía y ausencia de pastos ha obligado a renunciar a cualquier reminiscencia progre. Una medida excepcional que viene a poner precio a los mejores “trofeos”. Polémica decisión, sin duda, puesto que entre los lugareños se preguntan si el fin justifica los medios. Algunos incluso aluden a  que Bambi se ha hecho realidad en las estribaciones de Cazorla, Segura y Las Villas.

La revelación de la administración de no tener un “jandón” no era ni mucho menos un secreto. Era algo sabido de antemano, como sabido es que en los próximos presupuestos de la comunidad no habrá para grandes dispendios. Y más después de solicitar casi cinco mil millones del “ala” al FLA que papá Estado acoquinará a cambio de cumplir con el primo de la prima, o sea, el déficit. O lo que es lo mismo que estamos flacos cuando no caninos a pesar que desde el Ayuntamiento de la capital se empeñen en presentar proyectos urbanísticos generadores de empleo y por qué no decirlo de ingresos para las arcas municipales. Proyectos que están muy bien y que son necesarios como los centros comerciales que se pretenden construir. Lo único negativo es que hay que cumplir con los plazos y no es de hoy para mañana. La cosa llevará su tiempo. Será una carrera contra el crono en el ánimo de acortar los plazos y generar el trabajo que actualmente está escaso por no decir imposible.

A este paso los trabajadores pronto se considerarán una especie en peligro de extinción. ¿Habrá alguien que los proteja?

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